El hierro es un mineral de gran importancia para nuestro organismo ya que ayuda a diversas funciones en el cuerpo así como participa en la formación de hemoglobina, componente principal de los glóbulos rojos.
El hierro es necesario para producir los principales componentes celulares de la sangre así como para mantener la circulación sanguínea en el sistema.
El hierro es importante para mantener los niveles de oxígeno en el cuerpo ya que la hemoglobina, proteína que contiene hierro en las células rojas, que se encarga de transportar el oxígeno a las diferentes partes del cuerpo.
Este mineral también interfiere en el metabolismo, así como ciertos antioxidantes dependen del hierro para luchar de manera eficaz contra los radicales libres. El hierro afecta a la producción de células como los linfocitos que son una parte importante del sistema inmunológico, así como interviene en la función cognitiva y en la prevención de la degeneración neurológica.
Debido a las funciones que realiza el hierro en el cuerpo, lo beneficios de este mineral para el organismo incluyen que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico previniendo así enfermedades, ayuda a tonificar la piel y fortalece las uñas, aumenta los niveles de energía, previene la fatiga y el cansancio y favorece el crecimiento y desarrollo del organismo así como ayuda en la función cognitiva entre otros.
Aunque el hierro es muy importante para el cuerpo, se debe tener en cuenta que, tanto un exceso de este mineral, así como una deficiencia puede perjudicar a las funciones del organismo, por lo que es muy importante mantener los niveles adecuados de hierro.
Un exceso de los depósitos de hierro, que principalmente se produce debido a un trastorno de los ganglios basales, puede causar estrés oxidativo a través de la formación de radicales libres de oxígeno que pueden dañar las membranas celulares. Este tipo de oxidación inducida del hierro se ha relacionado con enfermedades como el Alzheimer o Parkinson y suele ocurrir con más frecuencia a medida que se envejece.
Por otro lado la deficiencia de hierro debido a una dieta pobre en este mineral así como una mala absorción u otros factores, puede causar fatiga crónica, debilidad, mareos, falta de concentración, dolores de cabeza o síndrome de piernas inquietas.
Para evitar los efectos secundarios que producen tanto un exceso de hierro así como una deficiencia es importante mantener los niveles óptimos.
La ingesta diaria de hierro recomendada es la siguiente:
-Niños menores de 10 años entre 8 y 10 mg al día.
-Adolescentes entre 11 y 15 mg al día.
-Adulto máximo 18 mg al día.
-Mujeres embarazadas entre 25 y 27 mg al día.
Buenas fuentes de hierro que puede incluir en su dieta diaria son el brócoli, germen de trigo, ciruelas, espinacas o los frijoles así como la carne y el marisco.
Fuente: http://goo.gl/74t4CP
Fuente: http://goo.gl/74t4CP