La ingesta de más de 3 vasos de leche al día podría suponer un riesgo
elevado de fracturas óseas y de muerte prematura, especialmente en
mujeres, según los resultados de un estudio realizado por 20 años, del
profesor Karl Michaelsson, de la Universidad Uppsala de Suecia. “Las
mujeres que consumían más de 3 vasos al día tenían un 60% más de
posibilidades de tener una fractura de cadera y un 15% más de fracturas
óseas en comparación con las que bebían menos de un vaso”, señala el
profesor.
Otro dato alarmante indicó que las mujeres que bebían más de 3 vasos
al día (unos 700 ml) tenían casi el doble de probabilidades de una
muerte prematura que las que bebían menos de 1, destacando que “este
hecho fue evidente con todos los tipos de leche” y concluyendo que este
riesgo está presente consumiendo al menos 2 vasos diarios.
¿Cómo explican esto los autores del estudio? En que la leche de vaca
tiene un elevado contenido de Galactosa, una forma de azúcar que varios
estudios han demostrado que pueden acelerar el proceso de envejecimiento
y acortar el tiempo de vida. Sin embargo, el estudio señaló que en los
hombres, la diferencia en las tasas de mortalidad entre los que
consumían menor o mayor cantidad de leche no fueron muy significativas; a
pesar de esto hay bastantes estudios que vinculan el consumo de lácteos
con el cáncer de próstata.
Es necesario saber que para la asimilación de caseína, elemento
protéico de la leche, el organismo necesita de una enzima llamada
renina, la cual es producida por un humano hasta los 3 ó 4 años de edad,
generalmente. Si vemos el hecho de la leche de vaca contiene 20 veces
más caseína que la leche humana, no debe extrañarnos que sea imposible
de asimilar para la mayoría de los seres humanos y que esté vinculada al
desarrollo del asma.
Otras afecciones producidas por el consumo de leche son:
- Alergias, congestión nasal, irritación de la piel, infecciones del pecho. Dr. William Ellis, Arlington, Texas.
- Los lácteos son un tremendo productor de mucosidad y una carga para los sistemas digestivo, respiratorio e inmunológico. Dra. Christiane Northrup, Yarmouth, Maine.
- Un estudio realizado con más de 20.000 niños arrojó que los bebés alimentados con leche de vaca tuvieron una tasa de 84,5 muertes por cada 1000 durante los primeros 9 meses de vida, mientras que los bebés alimentados con leche materna tuvieron una tasa de 1,5 por cada 1000. La tasa de muerte por infecciones respiratorias fue 120 veces mayor que la de niños alimentados por leche humana. Estudio citado por el Dr. Franz Oski en su libro “No te tomes tu leche!”
- La leche de vaca no es fuente asimilable de calcio. El Dr. Oski indica que sólo las comidas con proporción de calcio/fósforo igual o superior a 2 a 1 pueden ser utilizadas como fuentes primarias de calcio. La leche de vaca tiene una proporción de 1,27 a 1 y la humana es de 2,35 a 1.
- Altos niveles de fósforo inhiben la absorción de calcio. Leche de vaca: 97mg de fósforo por cada 100g v/s leche materna: 18mg en 100g. Dr. Oski.
- La eliminación del consumo de lácteos reduce enormemente la artritis y osteoartritis, según un estudio publicado en el Scandinavian Journal of Rheumatology.
- Es sabido que cuando se elimina o disminuye la ingesta de lácteos hay una notable disminución de gripes, catarros, sinusitis e infecciones de oído. Natural Health Reports, 1994.
Terminando, diremos que la
composición química de la leche de vaca es maravillosa para alimentar a
un ternero, proporcionándole los nutrientes que necesita para su
desarrollo óptimo. Lo mismo sucede en los humanos; la leche materna es
perfecta para los recién nacidos y niños dentro de la edad de lactancia,
brindándoles la vitalidad que necesitan. Y no olvidemos que la enzima
que digiere la leche, que debe ser la materna, se produce durante los
primeros años de vida y no durante toda la vida. ¿Acaso a los 20 años de
vida seguimos pidiéndole leche a nuestra madre?
La leche de vaca es para las vacas, no para los humanos.