La sordera o pérdida de audición es una discapacidad que puede afectar negativamente a la calidad de vida y que suele estar relacionada con la edad.
Conforme avanza la edad se va perdiendo audición que suele presentarse como un problema progresivo en el que al principio hay dificultad para escuchar sonidos muy agudos y va progresando hasta tener dificultad para escuchar sonidos menos agudos.
Esta pérdida de audición ocurre cuando las pequeñas células que actúan como receptoras del sonido en el oído interno se destruyen de forma gradual.
Existen otros factores que pueden contribuir a la pérdida de audición como la exposición repetida a sonidos fuertes, enfermedades cardíacas, problemas circulatorios o incluso la genética.
Hay que tener en cuenta que la pérdida de audición puntual puede deberse a infecciones en el oído, otitis o taponamientos en el oído externo y medio.
Si nota cualquier síntoma de pérdida de audición es importante acudir al médico para determinar el diagnóstico y su causa para así prevenir el empeoramiento.
Algunos remedios naturales, como los que le detallamos, pueden ayudar a tratar y frenar la pérdida de audición cuando aparecen los primeros síntomas.
-Miel y canela.
Tome todos los días por la mañana y por la noche antes de dormir una mezcla a partes iguales de miel y canela.
-Vino tinto y té verde.
Estudios recientes han mostrado que el vino tinto puede prevenir la pérdida de audición debido a los antioxidantes que contiene.
El té verde también contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir la pérdida de audición.
El vino tinto debe consumirse con moderación.
-Ajo.
El ajo es un súper alimento que puede tratar muchas condiciones de salud así como la pérdida de audición.
Ponga unos dientes de ajo en aceite de oliva machacando bien los ajos para exprimir su jugo.
Cuele el aceite a través de una gasa gruesa y aplique 3 o 4 gotas del aceite en el oído. A continuación tapone con un algodón.
-Cebolla y jugo de ajo.
Esta mezcla de ajo y cebolla es eficaz para la pérdida de audición.
Mezcle 30 ml de jugo de ajo y 30 ml de jugo de cebolla.
Tome esta mezcla una vez al día.
Es importante consultar con el médico sobre el uso de cualquier tratamiento natural.